Vivimos en un tiempo de
ateísmo práctico. —R.C. Sproul
Es curioso ver que muchas
veces los que dicen creer en Dios parecen más ateos que los ateos militantes.
Esto suena paradójico, sin embargo es una realidad cotidiana. Y es triste saber
que las iglesias están llenas de este tipo personas.
Aunque ellos digan que creen en Dios, su estilo de vida pareciera decir todo lo contrario. Su modo de vida antinomianista contrasta plenamente con ley de Dios. A esta gente comúnmente se le ha llamado ateo funcional. Un ateo funcional es alguien que en teoría cree en Dios, pero vive como si Dios no existiera. Como que si asumiera que un día no tendrá que dar cuenta a Dios por sus actos pecaminosos. Respecto a esto dice el salmista David:
Aunque ellos digan que creen en Dios, su estilo de vida pareciera decir todo lo contrario. Su modo de vida antinomianista contrasta plenamente con ley de Dios. A esta gente comúnmente se le ha llamado ateo funcional. Un ateo funcional es alguien que en teoría cree en Dios, pero vive como si Dios no existiera. Como que si asumiera que un día no tendrá que dar cuenta a Dios por sus actos pecaminosos. Respecto a esto dice el salmista David:
La iniquidad del impío me
dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos. Se lisonjea, por
tanto, en sus propios ojos, de que su iniquidad no será hallada y aborrecida
(36:1-3).
Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y
hay conocimiento en el Altísimo? (Salmo 73: 11).
Esta gente cree en Dios, pero
no le temen. No creen que Él tenga control absoluto de su creación. Ellos dudan
que Dios conozca todas las cosas y que los castigue por sus iniquidades.
Decir que Dios existe no te salvará.
Lo único que te puede salvar es una fe genuina en Jesús. De manera que, si eres
de los que creen que Dios existe, pero tu estilo de vida discrepa con esa profesión,
debo decirte que tienes que correr urgentemente a Cristo en arrepentimiento y fe
para recibir perdón de pecados, porque el final del ateo funcional es lúgubre.
El salmista Asaf dice sobre ellos:
Ciertamente los has puesto
en deslizaderos; En asolamientos los harás caer. !!Cómo han sido asolados de
repente! Perecieron, se consumieron de terrores. Como sueño del que despierta, Así,
Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia (Sal 73: 18-20).
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