Esdras

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A lo largo de la historia de la humanidad se han producido pandemias muy letales. De estas la más terrible ha sido la Peste Negra, las estimaciones indican que acabó con entre 75 y 200 millones de personas. En segundo lugar, tenemos la viruela, que se estima que acabó con la vida de unos 56 millones de personas. La más reciente de estas pandemias fue la devastadora gripe española, la cual provocó alrededor de 50 millones de muertes a nivel mundial.

Pero a diferencias de estas pandemias el covid 19 apenas ha cobrado hasta este momento unas 10 000 vidas en todo el mundo.  La Organización Mundial de la Salud indicó que la tasa de mortalidad global es un 3.4%. Además, según CCDC alrededor del 80,9% de las infecciones del nuevo coronavirus se clasifican como leves, el 13,8% como graves y solo el 4,7% como críticas, lo que incluye insuficiencia respiratoria y multiorgánica.

En tal sentido el peligro del covid 19 no es tanto su letalidad, sino su rápida propagación. Lo cual podría provocar el colapso de cualquier sistema de salud. Una publicación The Washington Post expresa que "si el número de caso sigue duplicándose, habría alrededor de 100 millones de casos en Estados Unidos para mayo. En nuestro país hace dos días solo había 34 casos registrados, pero en el día de hoy se duplicó a 72 casos. Es decir, en apenas dos días se han detectado 38 casos más.

Pero esto no es irreversible. Se puede detener. La experiencia de otros países nos enseña que la clave para reducir la propagación del Covid 19 es practicar el distanciamiento social, soslayar espacios públicos y limitar nuestro movimiento. De lo contrario nos estaremos exponiendo al peligro.

Un artículo reciente publicado por el Foro Económico Mundial titulado “Es improbable que muera de COVID-19, pero es probable que lo transmita”. La tasa de mortalidad en personas menores de 40 años es insignificante, sin embargo, quienes oscilan en este rango de edad podrían poner en riesgo la vida de personas mayores, que son la más vulnerables. Así que, ¡Seamos prudentes! ¡Quedémonos en casa!