Hace
unos años Finlandia era uno de los países más pobres del norte de Europa. Este país
carente de recursos naturales quedó devastado a causa de los fuertes embates de
La Segunda Guerra Mundial. Sin embargo posteriormente Finlandia se convirtió en
uno los países más competitivos del mundo en materia económica.
Pero
¿cómo logró Finlandia hacer esa transición de ser un país pobre a ser uno de
los más competitivos a nivel mundial? Respecto a esto una vez se le preguntó a
la presidenta de Finlandia ¿Cómo hizo Finlandia para pasar de ser un país
agrícola que sólo exportaba madera a ser un exportador de alta tecnología? Su
respuesta fue muy simple: “Educación, educación y educación”.
Afirma Andrés Oppenheimer “Para los finlandeses ser maestros no es el plan B de
quienes no lograron entrar en la carrera de abogacía”. Simplemente ellos
quieren ser profesores. La educación es sustancial para los finlandeses.
¿Qué
podemos aprender de Finlandia? De Finlandia aprendemos que el desarrollo
económico y social de un país está en priorizar la “educación”. Un sistema educativo
de calidad es el arma más poderosa para combatir la pobreza.
La
educación le da al pobre la oportunidad de escapar de la miseria a través de la
formación profesional, capacitándolo para insertarse en el campo laborar.
Los
sistemas educativos de calidad han demostrado ser terrenos fértiles para la
creatividad y la innovación. Bill Gates dijo una vez “Creo que en la mayoría de
los otros países del mundo donde hubiera nacido, no habría tenido las mismas
oportunidades que en Estados Unidos. Tuve una educación de muy buena calidad.
Estados Unidos incentiva la innovación como ningún otro país en el mundo”.
En
la República Dominicana muchas mentes brillantes se atrofian por la falta de un
sistema educativo que les brinde la oportunidad de crear e innovar. Por el
contrario en nuestro país se cercena la creatividad.
En
este país muchos jóvenes pudieran ser grandes innovadores, pero penosamente
nuestro sistema educativo no le ofrece el espacio para desplegar todo su
potencial.
De
manera que, educación, educación y educación es la clave del desarrollo
económico y social de la República Dominicana.